
A través de ejercicios personalizados, acompañamiento profesional y tratamientos integrales, es posible mejorar los síntomas de la parálisis facial periférica y su recuperación gracias a la logopedia. Un enfoque eficaz capaz de devolver la movilidad y expresividad al rostro, así como la articulación del habla, la deglución y la calidad de vida de quienes padecen esta afección.
La parálisis facial periférica, y entre ellas la parálisis de Bell, es una afección neurológica que provoca la pérdida parcial o total del movimiento voluntario de los músculos de un lado de nuestra cara. En España, las estimaciones apuntan a una incidencia anual de 10-12 casos por cada 100.000 habitantes; esta incidencia es más común en el rango de edad comprendido entre los 15 y 45 años de edad, aunque puede afectarnos en cualquier etapa de nuestra vida.
En Neuroal somos expertos en su tratamiento aplicando de una manera integral las herramientas que la logopedia nos ofrece. Os explicamos en qué consiste esta afección y cómo ha sido el proceso de recuperación de Antonio, uno de nuestros pacientes.
Inflamación del nervio facial
La parálisis facial periférica se produce cuando el nervio facial se inflama, se comprime o sufre algún tipo de daño, impidiendo la correcta transmisión de señales desde el cerebro a los músculos que realizan el movimiento. Entre las secuelas que se pueden asociar a este proceso de inflamación están la dificultad para levantar la ceja o fruncir el ceño, imposibilidad de cerrar el ojo, alteraciones en la sonrisa, problemas para hablar, para comer o beber, alteración de la sensibilidad, problemas lagrimales, ya sea por exceso o por defecto de secreción. A estas consecuencias hay que añadir la asimetría facial que, además de los problemas físicos, conlleva un fuerte impacto emocional y social para la persona que lo sufre, ya que la expresión facial es una de nuestras señas de identidad.
Las causas pueden ser diversas, y afectan en igual porcentaje tanto a hombres como mujeres. Desde traumatismos, fracturas craneales o intervenciones quirúrgicas que lesionan el nervio facial a infecciones virales —como herpes simple, Epstein-Barr o la enfermedad de Lyme—, enfermedades autoinmunes, como la parálisis de Bell, tumores que afecten directa o indirectamente al nervio; y casos en los que no se identifica una causa clara, que denominamos ‘idiopáticos’.

Tratamiento y rehabilitación: el papel de la logopedia
En Neuroal abordamos los casos que nos presentan nuestros pacientes con una visión integral, poniendo a su disposición todos las herramientas que nos ofrece la logopedia y adaptándolas a cada caso y a las necesidades específicas de cada paciente. Para ello diseñamos un tratamiento a su medida. Esta afección tiene un impacto significativo en quienes la padecen; por ello, el acompañamiento que realizamos durante todo el proceso parálisis facial periférica y su recuperación gracias a la logopedia, es fundamental para el paciente.
La rehabilitación especializada que realizan nuestros profesionales, desde el campo de la logopedia —a través de ejercicios de estimulación muscular y facial— busca lograr los mejores resultados en la recuperación del paciente, para una mejor articulación del habla, la recuperación de la movilidad y la sensibilidad facial, reentrenar la deglución de alimentos… y, por supuesto, devolver la expresividad facial al rostro, que como decíamos antes, tiene un fuerte impacto en quienes la padecen. A través de ejercicios personalizados, acompañamiento profesional y tratamientos integrales, es posible mejorar los síntomas de la parálisis facial periférica y su recuperación gracias a la logopedia. Un enfoque eficaz capaz de devolver la movilidad y expresividad al rostro, así como la articulación del habla, la deglución y la calidad de vida de quienes padecen esta afección

Caso de éxito de nuestros tratamientos
Antonio, una vez concluido el tratamiento y recuperada su movilidad y simetría facial.Uno de los pacientes que hemos tratado recientemente en Neuroal es Antonio. Sufrió, a sus 46 años, una parálisis facial en la presentaba un cierre incompleto del ojo derecho, incompetencia del sellado labial, no elevaba la comisura al sonreír y una marcada asimetría facial. Diseñar el tratamiento oportuno y trabajar su rehabilitación desde la logopedia son claves para minimizar secuelas y recuperar sus funciones físicas.
Gracias al trabajo realizado, Antonio logró recuperar la movilidad facial, tener una sensibilidad normalizada, volver a hablar y comer correctamente. La simetría y la expresividad de su rostro, que tanto afectan a quienes la pierden, se recuperaron igualmente. Es un ejemplo de la calidad de vida que pueden recuperar nuestros pacientes con trabajo, constancia y un tratamiento adecuado diseñado por nuestros profesionales.
¿Te gustaría solicitar una valoración en Neuroal o que te informemos sobre nuestros tratamientos para la parálisis facial aplicados a tu familiar o a tí un paciente? Ponte en contacto aquí con nuestro equipo y comenzaremos el camino hacia su recuperación a través de nuestra Unidad de Logopedia.