¿Qué es la disartria y cómo puede ayudarte un logopeda?

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¿Qué es la disartria y cómo puede ayudarte un logopeda?

La disartria es un trastorno motor del habla secundario a un daño en el sistema nervioso central o periférico caracterizado por alteraciones en el control, fuerza y precisión de los movimientos de los órganos bucofonadores.

Las dificultades motoras dan lugar a alteraciones a nivel respiratorio, fonatorio, articulatorio, prosódico y resonancial.

Las disartrias actualmente se clasifican principalmente de acuerdo a  la  patología presente y los signos clínicos característicos, y podemos diferenciar entre flácida, espástica, atáxica, hipocinética, hipercinética y mixta.

Si bien la prevalencia puede variar entre las diferentes patologías y tipos, esta alteración motora del habla es una de las alteraciones a nivel comunicativo más frecuente, pudiendo variar entre un bajo porcentaje tras un accidente cerebrovascular leve hasta un 100% de la población con patologías más severas como Enfermedad de Párkinson en estadios avanzados o ELA.

¿Te imaginas levantarte un día y no poder hablar? ¿Querer comunicarte y que no te entiendan? ¿Ser incapaz de articular palabras o que otras personas tengan que hablar por ti?

El ser humano es un ser social, y por ello necesita relacionarse con otros y establecer vínculos. Las alteraciones a nivel comunicativo producen un gran impacto en la calidad de vida de las personas que la padecen, lo que afecta además a su entorno más cercano.

El miedo a equivocarse o a no ser comprendido, hace que la persona reduzca sus actos comunicativos de forma oral y requiera la ayuda de otra persona y uso de gestos. En otras ocasiones, las dificultades son tan severas y la persona reduce tanto sus interacciones sociales que puede llegar a un aislamiento indeseado, y junto a eso, emociones negativas.

Hay estudios que demuestran que la inteligibilidad se relaciona indirectamente con el nivel de calidad de vida, es decir, que cuanto mayores son las dificultades, peor calidad de vida. Si bien esta correlación tiene sentido, no hay que olvidar que el bienestar y la calidad de vida están compuestos tanto por elementos objetivos como subjetivos, por lo que hay que tener en cuenta principalmente las características individuales y psicológicas de cada persona.

Por todo lo mencionado anteriormente es necesaria la presencia de un equipo interdisciplinar para abordar tanto las alteraciones en el habla como otras que puedan estar influyendo directa e indirectamente. Un buen diagnóstico previo por parte del equipo de profesionales es fundamental a la hora de comenzar el tratamiento, ya que será necesario realizar un diagnóstico diferencial y/o valorar otras patologías.

En el caso de la disartria, el logopeda es el encargado de realizar la valoración del habla e identificar otras alteraciones similares que pueden estar presentes como la apraxia o la afasia. Estas alteraciones principalmente afectan a la comunicación del paciente, pero un alto porcentaje coexiste con alteraciones cognitivas y deglutorias (disfagia).

Cabe destacar la relevancia de iniciar el tratamiento de forma temprana, pues aunque tras un daño cerebral adquirido hay un periodo de recuperación espontánea en el que se ven mejoras significativas en la persona, una intervención precoz ayuda a la restructuración de las neuronas y favorece una mejor recuperación.

El tratamiento se centrará en conseguir la mayor inteligibilidad del habla utilizando diferentes métodos que favorezcan la evolución de los niveles anteriormente mencionados y que la persona recupere su máximo. Además, desde el tratamiento de logopedia se ofrecerán pautas y se ayudará a conseguir un habla lo más funcional posible y a incrementar la participación del paciente en y con su entorno.

Por otro lado, el daño cerebral adquirido afecta también directamente a los familiares y cuidadores más cercanos. Empezar la intervención lo más pronto posible permite guiar a los familiares y dar pautas para ayudar en la comunicación con la persona. El objetivo de esto no es que los familiares realicen un tratamiento en casa, si no facilitarles el acompañamiento y resolver aquellas dudas que puedan surgir durante el proceso.

 

Tras un trastorno en el habla, algunas pautas frecuentes desde el área de Logopedia son:

 

  1. Ofrecer el tiempo necesario para que pueda expresarse y evitar interrupciones.
  2. No corregir continuamente los errores, ya que esto puede generar sentimiento de malestar y frustración.
  3. Colocarse frente a frente con el fin de facilitar la comunicación a través del uso de gestos o expresiones faciales. Esto permite que la otra persona pueda apoyarse en la lectura labial y facilitar así la comprensión y su producción.
  4. Reducir velocidad de habla, pero no infantilizar el lenguaje ni gritar, ya que la persona nos entiende perfectamente.
  5. Permitir que la persona se exprese por sí misma y animarle a participar en situaciones sociales.

 

Las pautas mencionadas anteriormente son generales, pero siempre habrá que seguir las pautas dictadas por el logopeda que realice valoración y tratamiento, ya que cada persona necesita unas pautas y plan de intervención individualizado.

 

El tratamiento logopédico ha mostrado grandes beneficios en la disartria, por lo que es sumamente recomendable que la persona que presenta alteraciones en el habla tras un daño cerebral sea valorada para comenzar el tratamiento lo antes posible, y si es con un equipo interdisciplinar… ¡mejor!