Aprendiendo la importancia de la mano

En el día a día las manos hacen muchas cosas por nosotros, son la herramienta imprescindible que utilizamos para tocar, agarrar, sentir, reconocer, sujetar, manipular, acariciar… Tal es su complejidad que pueden realizar actividades sumamente delicadas y precisas como escribir, pintar o enhebrar una aguja, pero también nos permiten realizar labores pesadas y que requieren aplicar más fuerza que destreza. Usamos además las manos para sentir si algo está frío o caliente, áspero o suave; y para toda esa variedad de funciones, nuestras manos tienen la versatilidad y capacidad de adaptación, convirtiéndose en una parte vital del qué vivimos, cómo lo vivimos y cómo nos expresamos. 

Debido a la riqueza y complejidad de la mano, podemos dividir topográficamente a ésta en tres partes según su funcionalidad:

El Pulgar (1er dedo) representa por sí solo la casi totalidad de las funciones de la mano gracias a su facultad de oposición en relación a los otros lados. Hablar de la mano y sus funciones indiscutiblemente pasa por mencionar el importante papel que tiene el primer dedo de la mano. El pulgar de la mano humana, a diferencia de los primates en general, es completamente oponible a los otros cuatro dedos, permitiendo tocar los demás dedos desde su punta hasta su base e incluso la parte superior de la palma de la mano. Esta cualidad le da a la mano de los primates una ventaja evolutiva muy notable ya que mediante esta función anatómica, el pulgar puede manipular objetos grandes apoyándose con la palma de la mano y objetos medianos o pequeños apoyándose con uno o más dedos de los otros dedos. 

El Índice y el Medio (2º y 3º) que constituye junto con el pulgar la presa de precisión, las pinzas del pulgar con los dedos, digitales o tridigitales.

El Anular y el Meñique (4º y 5º) que con el resto de la mano, son indispensables para las presas palmares, ya que bloquea las presas de los mangos de las herramientas por el lado cubital asegurando de esta forma la firmeza del puño.

La mano se trata de un órgano increíblemente multifuncional desempeñando variedad de funciones:  Sensoriales, de orientación, de protección, ejecutivas… Se encuentra ubicado en el extremo del brazo a modo de dispositivo terminal que finaliza y aporta destreza a una cadena cinética.

El hombro, el brazo superior, el codo, el antebrazo y la muñeca forman parte de un sistema erector biológico que están diseñados para dirigir y orientar la mano, no solo colocándola en la posición correcta, sino también estabilizándola, permitiendo disociar movimiento en diferentes segmentos del brazo o permitiendo únicamente mover los dedos.

La mano es el último eslabón de la cadena de palancas mecánicas que comienzan en el hombro, sigue en el codo y muñeca, y finaliza en los dedos. Todos ellos operando en diferentes planos, permitiendo mover cada segmento en un amplio rango en el espacio sin que el resto se vean comprometidos o pierdan estabilidad. 

                            

A nivel sensorial la importancia de la mano es tal que el cerebro dedica mucho espacio de representación para las manos. La mano junto al cerebro constituyen una pareja funcional indisociable donde cada término reacciona estrechamente sobre el otro.

Percibir estímulos sensitivos en los dedos no sólo nos brinda información sobre el medio, sino que nos aporta información respecto a nuestro propio cuerpo, posición o esquema corporal. La percepción sensorial es de vital importancia para comunicarnos y percibir cambios o alteraciones en el medio, pero también juega un papel muy importante a la hora de realizar alcances, agarres y entrar en concreto con los objetos.

Si dejásemos de percibir información sobre el tamaño, peso, consistencia o posición de los objetos nos resultaría tremendamente difícil manipularlos, no pudiendo ajustar la fuerza necesaria para asirlos, no reclutando la suficiente fuerza de contracción muscular para transportarlos, y no realizando una pinza o presa de los objetos segura. 

La complejidad de la mano radica en el nivel de interconexión que existe entre multitud de órganos y sistemas que han de trabajar coordinados para lograr un correcto desempeño. En Neuroal contamos con profesionales especializados en el tratamiento de la mano, con amplia experiencia y conocimiento en sus requerimientos, características especiales y en los posibles problemas derivados del daño cerebral adquirido. Por eso recuerda, ante cualquier dificultad, busca a un profesional especializado, llámanos. 

 

 

Tratamiento logopédico desde la terapia miofuncional

El correcto funcionamiento de la musculatura a nivel orofacial es indispensable para que existan buenas capacidades en acciones como son el habla o la deglución, además de conllevar un componente también estético en el caso de cursar con una parálisis facial. 

Hoy queremos profundizar en la intervención logopédica de la musculatura orofacial y en el tipo de terapia que se utiliza. Para ello, explicamos qué es la Terapia Miofuncional, la cual se define como: el conjunto de procedimientos y técnicas que se utilizan para la corrección del desequilibrio muscular en regiones faciales, orales e intraorales, la creación de nuevos patrones musculares en la deglución y la articulación del habla, la reducción de hábitos nocivos y la mejora de la estética del paciente. Siendo esta intervención posible de manera pasiva, sin laparticipación del paciente, o activa, con la ayuda del mismo. Su base de trabajo se fundamenta en mejorar el funcionamiento de actividades vitales como pueden ser la respiración, deglución, masticación, y el habla.

 

Campos de intervención en NEUROAL

– Secuelas de traumatismo craneoencefálico y accidente cerebrovascular.

– Trastornos degenerativos y de origen neurológico (afectación de pares craneales que alteren la movilidad orofacial, laríngea y faríngea).

– Valorar, prevenir, diagnosticar y corregir las disfunciones orofaciales provocadas por un daño cerebral adquirido.

Si necesitas más información sobre alteraciones que impliquen la musculatura orofacial, no dudes en contactar con nuestro equipo. 

 

 

 

 

VENDAJE NEUROMUSCULAR: POSICIONAMIENTO Y FACILITACIÓN EN DCA.

El vendaje neuromuscular es una herramienta terapéutica empleada actualmente en los tratamientos de rehabilitación  y consiste en la aplicación de un vendaje elástico adhesivo.

Esta técnica fue creada en Japón en el año 1973 por el Dr. Kenzo Kase que diseñó una venda adhesiva con el objetivo de imitar las cualidades de la piel.

Entre las características destacan su capacidad de estiramiento longitudinal (55-60% sobre su longitud de reposo original) y su grosor (similar al de la epidermis humana). No contiene látex en su composición y posee un adhesivo 100 % acrílico que se activa con el calor. El adhesivo está aplicado en la venda siguiendo un patrón de onda que imita las cualidades de la huella digital, con la finalidad de ayudar a la elevación de la piel y favorecer la ventilación.

 ¿Qué efectos provoca en nuestros tejidos?

  1. Dar soporte a los músculos, normalizando la función de los músculos dañados por sobrecarga o lesión, reduciendo la fatiga muscular y mejorando la contracción de los músculos debilitados. 
  2. Eliminar la congestión de los fluidos orgánicos, incrementando el espacio entre la piel y los músculos y favoreciendo el flujo del fluido linfático y de la sangre.
  3. Activar el sistema analgésico a través de la estimulación de la piel.
  4. Corregir problemas articulares derivados de alteraciones del tono muscular y disfunciones propioceptivas. 

Las propiedades de sus tiras mantienen el efecto las 24h del día, y se puede dejar puesto durante unos 4 o 5 días.

¿Qué beneficios se atribuyen a este tipo de vendaje y que intentamos aprovechar en el tratamiento del Daño Cerebral?

  • Reducción del dolor y de la inflamación: activa los sistemas de supresión del dolor disminuyendo la estimulación de los receptores del dolo gracias al diseño ondulado de su adhesivo.
  • Corrección postural: las tiras actúan de manera continua sobre los receptores propioceptivos (receptores encargados de informar al organismo de la posición de nuestros músculos) intentando corregir desequilibrios en el tono muscular.
  • Facilitación del trabajo muscular: favoreciendo una relajación en la tensión de la musculatura hipertónica y aumentando la amplitud del movimiento, permite facilitar la contracción de una musculatura debilitada.
  • Aceleración en el proceso de “auto-recuperación” del cuerpo: formando pliegues en la piel y aumentando el espacio intersticial para mejorar el flujo sanguíneo y linfático. Facilita el drenaje.

Resulta interesante comprobar mediante el vendaje neuromuscular la cantidad de información propioceptiva que puede recibir un paciente con daño cerebral llegando a mejorar el esquema corporal, la postura, el equilibrio e incluso la calidad de la marcha. Aunque también hay que tener en cuenta que pacientes con afecciones del sistema nervioso pueden presentar trastornos de la sensibilidad profunda o superficial, y por lo tanto, presentar reacciones en la piel que no sean las esperadas.

Aún así, el vendaje neuromuscular como herramienta en conjunto con otras intervenciones terapéuticas ayuda a aumentar la independencia en las AVD y mejorar la calidad de vida del paciente.

El sueño y la fatiga después de sufrir Daño Cerebral Adquirido.

Los familiares y personas que trabajan con afectados de daño cerebral adquirido pueden observar, en la mayoría de los casos, la existencia de alteraciones del sueño. Hay personas que desde que han sufrido un DCA tienen un sueño inestable, y otras, que son la gran mayoría, que presentan un exceso de cansancio, fatiga y sueño.

La fatiga mental y física es un problema común después de una lesión cerebral. Las estimaciones de la incidencia de fatiga en las personas con DCA varían del 50% al 80%.

La fatiga y el sueño son algunas de las consecuencias más debilitantes de una lesión cerebral, ya que influye en la vida cotidiana de la persona, tanto física como mentalmente. Las emociones y el estado de ánimo también se ven influenciados por el cansancio continuo, tal y como ocurre en personas sin patología. Muchos pacientes afirman estar absolutamente agotados  todo el tiempo, esto es frustrante no solo por la fatiga en sí, sino porque les impide trabajar en su rehabilitación como les gustaría durante sus sesiones de terapia. Cada tarea puede resultar agotadora, esto puede ser muy deprimente, particularmente si el individuo es consciente de este cambio.

 

Causas de la fatiga en DCA.

Las investigaciones han descubierto que el cerebro de una persona con daño cerebral trabaja más y usa más neuronas para procesar la información. La explicación es que tras el daño cerebral, las neuronas hacen un esfuerzo extra para transportar la información de un área cerebral a otra, esto ocurre por la presencia de áreas dañadas, esto hace que la información que estamos tramitando tenga que conducirse mediante otras rutas, aumentando así el tiempo de procesamiento y la fatiga. Además, para poder hacer nuevas interconexiones entre neuronas y áreas cerebrales que no están dañadas y sean capaces de adquirir esa función, con lo que se ponen en marcha más áreas cerebrales de lo habitual. Esto requiere mucha energía adicional. Por eso podemos observar reacciones un poco más lentas en personas con DCA.

Esa diferencia se puede ver en pruebas de neuroimagen. Las partes del cerebro que normalmente muestran poca actividad en la realización de una actividad determinada se involucran activamente en el mismo proceso después de una lesión cerebral.

Además, el sueño se puede acentuar si el paciente toma medicación contra la depresión, espasticidad o antiepiléptica, medicación habitual en este colectivo.

 

Tratamiento

Es paradójico, pero aumentar las horas de descanso no ayuda. Demasiado descanso, como pasar días enteros en la cama, no es útil. De hecho, puede hacer que la persona se sienta peor y pierda la condición física. Demasiado descanso también puede causar rigidez en las articulaciones, empeoramiento de la espasticidad, dolor de espalda, pérdida de confianza y aislamiento social. La pérdida de la capacidad física en sí misma puede aumentar el cansancio, y puede surgir un «círculo vicioso» de cansancio.

La fatiga y el sueño son más acentuados durante el primer año tras la lesión, y con el tiempo se van disipando, pero en la mayoría de los casos, queda un cansancio que permanece a lo largo de los años. 

Sin embargo, hay algunas cosas que se pueden hacer para ayudar mejorar esta condición.

  • Para controlar la fatiga, una persona primero debe aceptar que no tiene la misma resistencia física y mental que tenía antes de la lesión cerebral.
  • En lugar de evitar las actividades habituales, debe intentar regresar gradualmente a su rutina normal. Comenzando con tareas familiares en casa o en el trabajo que pueda completar sin fatiga. Aumentar gradualmente la complejidad de cada tarea, tomando descansos según sea necesario.
  • No hacer varias cosas a la vez. Ser realista y aumentar gradualmente las actividades. Si mejora su estado físico mejora la fatiga. La mejor manera de recuperar la condición física es comenzar a hacer ejercicio físico leve y adaptado durante breves periodos de tiempo todos los días, y luego, gradualmente, aumentar el tiempo y la intensidad del ejercicio.
  • Evaluar los mejores horarios. Normalmente las mañanas son el mejor momento para hacer las actividades que requieran un mayor esfuerzo físico y mental.
  • Durante las actividades hay programar períodos de descanso.
  • Priorizar actividades para dosificar las fuerzas. Es útil planificar y seguir un horario diario. Evitar la sobre-programación.
  • Alimentación saludable.
  • Establecer hábitos de sueño con horarios fijos y estables. Las siestas deben durar entre 30 y 60 minutos, según la actividad que haya tenido ese día.
  • Si las visitas le cansan, acortar el tiempo de éstas.
  • Evitar el alcohol.
  • Acudir al médico para que haga un estudio y regule la medicación.

 

 

Signos de alerta para la detención precoz del ICTUS.

El «Ictus» o Accidente Cerebrovascular Agudo (ACVA) es un proceso súbito debido a una alteración circulatoria cerebral que da lugar a una falta de oxígeno en algún área del cerebro. Se puede presentar de dos formas diferentes: ictus hemorrágico o ictus isquémico. En el primer caso se produce por la rotura de un vaso sanguíneo y, en el segundo, por la obstrucción de un vaso debido a un trombo. 

Podríamos decir que el ictus es la principal causa de Daño Cerebral Aquirido (DCA) y afecta a 1 de cada 4 personas y resulta ser la a 3ª causa de muerte en el mundo y la 1ª causa de mortalidad en mujeres en nuestro país.

Los síntomas de alerta del Ictus son:
• Pérdida de fuerza o torpeza en la mitad del cuerpo.
• Acorchamiento en la mitad del cuerpo.
• Dificultad para hablar, entender o para que le entiendan.
• Alteraciones visuales
• Desorientación o confusión.
• Pérdida de equilibrio, mareo o inestabilidad repentina.
• Dolor de cabeza y/o tendencia al sueño acompañado de alguno de los síntomas previo.

 

Desde Neuroal queremos recordar la importancia de recibir un tratamiento precoz  y especializado para  minimizar los déficit, potenciar las capacidades preservadas, y proporcionar estrategias eficaces para alcanzar la máxima funcionalidad del paciente mejorando su calidad de vida y  la de sus familiares. 

 

 

INFLUENCIA DE LA ESTABILIDAD ESCAPULAR EN LA FUNCIÓN DE LA MANO

La cintura escapular (CE) es el complejo de mayor movilidad del organismo, permite el movimiento del brazo en todos los planos  y orienta la mano en todos los ejes del espacio.

Cuando se combinan los movimientos de la cintura escapular y de la articulación del hombro, el miembro superior (MS) muestra la mayor movilidad, esencial para que las manos puedan acceder a todas las áreas de nuestro esquema corporal y al entorno.

La CE representa un compromiso entre estabilidad y movilidad. Para la eficiencia del movimiento del MS debe existir una buena correspondencia entre el campo visual y el rango de movimientos del MS y mano; por ello, la escápula no se mantiene fija en la parte posterior del tórax, sino que se desplaza en dirección anterior (cierta protracción=abdución+elevación+relativo campaneo externo), con objeto de facilitar el trabajo de las manos en la línea media y dentro del campo visual donde se desarrollan la mayoría de las actividades de la vida diaria.

Las funciones principales de la escápula son proporcionar estabilidad al húmero y permitir el movimiento del brazo y de la mano en los tres planos del espacio.

Tras un daño cerebral adquirido, la musculatura que estabiliza la escápula menudo se ve debilitada afectando a la movilidad del brazo y comprometiendo la función de la mano en las Actividades de la vida diaria. Por este motivo, será necesario un trabajo específico de esta musculatura ya que necesitaremos una escápula estable para que el brazo pueda moverse con libertad y la mano pueda realizar movimientos selectivos.

Un trabajo de estabilizadores de la escápula que mejoren el ritmo escápulo-humeral  influye directamente en la función de la mano y por lo tanto en el desempeño de las AVD.

En Neuroal, trabajamos cada día sobre estos aspectos para conseguir la máxima funcionalidad en nuestros pacientes.

 

 

 

 

 

INTEGRACIÓN DE LA PUNCIÓN SECA COMO HERRAMIENTA TERAPÉUTICA EN PACIENTES NEUROLÓGICOS.

El objetivo de un tratamiento orientado desde el Concepto Bobath es una optimización de todas las funciones del paciente a través de la mejora del control postural y de los movimientos selectivos. 

La punciones seca se utiliza como herramienta terapéutica al tratamiento de pacientes con patologías neurológicas del sistema nervioso central (SNC) y Lesiones Medulares (LM), intentando generar cambios relevantes en la regulación del tono muscular, para facilitar el control motor de las distintas extremidades y facilitar la funcionalidad del paciente.

Por este motivo, se ha empezado a estudiar la aplicación de la técnica de punción seca en pacientes neurológicos con hipertonía, espasticidad y otros trastornos. Los estudios más recientes, apuntan que la utilización de punción seca puede inducir a cambios a nivel cerebral.

Ahora bien, ¿En qué consiste esta herramienta terapéutica?

La punción seca es una técnica empleada en fisioterapia para el tratamiento de los puntos gatillos miofasciales (PGM). Un punto gatillo es un foco hiperirritable dentro de una banda tensa de un músculo esquelético que genera dolor a la compresión, distensión, sobrecarga o contracción del tejido que generalmente responde con dolor referido.

Cuando hay un punto gatillo activo, los componentes que participan en la contracción muscular, se bloquean, quedan contraídos de modo permanente. Este bloqueo se produce por alguna lesión o tensión muscular, impidiendo al músculo realizar su función adecuadamente y produciendo dolor, como hemos referido anteriormente.

En esta técnica se emplea una aguja similar a la utilizada en acupuntura, la cual se introduce en la piel hasta llegar a la profundidad necesaria donde se encuentra el punto gatillo. Se llama punción seca porque no se introduce ninguna sustancia.

Se basa en el efecto mecánico de la aguja y los derivados de la misma. Tras la lesión causada por la aguja, se crea un proceso de reparación, restableciéndose la función interna del músculo y recuperando así su función.

La pauta de aplicación recomendada es de un máximo de una sesión a la semana, pudiéndose realizar más sesiones semanales siempre y cuando no se pinchen los mismos músculos o las mismas zonas de esos músculos. 

Los posibles efectos secundarios frente a los posibles beneficios, son pocos, transformándose así en una herramienta recomendable. 

En NEUROAL nuestros fisioterapeutas, que integran esta herramienta como parte de su tratamiento, analizan cada caso de forma individualizada realizando un correcto razonamiento clínico, siempre teniendo en cuenta mejorar la capacidad y calidad de los movimientos y el control motor para conseguir mayor funcionalidad  e independencia de nuestros pacientes en las AVD.

Os dejamos un link para que vais en que consiste esta herramienta y que resultados inmediatos se pueden observar:  https://www.youtube.com/watch?v=ZWA9L_LHvJM

«Mi vida con Ataxia»

En este post os queremos trasmitir la realidad de este tipo de enfermedades a través de las palabras de una de nuestras pacientes:

Hoy, día 25 de septiembre, es el DÍA INTERNACIONAL DE LAS ATAXIAS: Grupo de enfermedades neurodegenerativas dentro de la cual se encuentra la «Ataxia de Friedrich» que me diagnosticaron y padezco desde 2002. Empecé poco a poco con pérdidas de equilibrio, dificultad en la marcha y al escribir. Después, esos síntomas se fueron agravando cada vez más y más con el tiempo a pesar de hacer ejercicios en casa, piscina, fisioterapia, hípica etc. 3 años después, empecé a usar una muleta, con 22 años cogí un andador, y con 23 empecé a usar silla de ruedas.  Esto no era permanente…poco a poco perdí fuerza en el tronco, hasta tal punto de no controlarlo y teniendo dificultad al hablar y al tragar. 

Actualmente hago rehabilitación: Trabajo físico, fisioterapia, piscina, logopedia y demás ejercicios en casa…Este día es para dar a conocer esta enfermedad, ya que encima al ser una enfermedad rara no se investiga lo suficiente porque a las farmacéuticas no le sale rentable. Yo desde aquí, pido que se investigue más aunque sea para frenar la enfermedad o mejorar algún síntoma (mejorar mi calidad de vida).

 

Patricia Gutiérrez

¿Cómo abordamos la Enfermedad de Alzheimer en Neuroal?

La demencia es un síndrome clínico causado por una enfermedad neurodegenerativa y caracterizado por un deterioro persistente y progresivo cognitivo y físico. Dicho deterioro conlleva una pérdida de la autonomía del paciente, que se va haciendo cada vez más dependiente. Las alteraciones típicas en la anatomía cerebral afectan al mecanismo de transporte y comunicación neuronal y deriva en muerte neural, tras lo cual se produce atrofia cortical.

Entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre demencia, afectando a unos 50 millones de personas.

A rasgos generales, los signos y síntomas relacionados con la Enfermedad de Alzheimer se pueden incluir en tres etapas.

-Etapa temprana: a menudo pasa desapercibida, ya que el inicio es paulatino. Los síntomas más comunes incluyen pérdidas de memoria, desorientación temporal y espacial, y problemas atencionales. Desde las etapas tempranas de la patología, los enfermos son totalmente ajenos a sus déficits, y hacen confabulaciones para justificar sus fallos.

-Etapa intermedia: a medida que la demencia evoluciona, los signos y síntomas se vuelven más evidentes y limitadores. En esta etapa las personas afectadas empiezan a olvidar acontecimientos recientes, mostrar problemas de razonamiento y se acentúa la desorientación.

-Etapa tardía: en la última etapa de la enfermedad, la dependencia y la inactividad son casi totales. Las alteraciones de la memoria son graves (dificultades para reconocer personas cercanas, desubicación, necesidad de ayuda para el cuidado y aseo personal) y los síntomas y signos físicos se hacen más evidentes (dificultades para caminar o manipular objetos). Además, se dan alteraciones del comportamiento que pueden exacerbarse y desembocar en agresiones.

En cuanto al tratamiento, la primera opción y más importante, es el abordaje individualizado en el que cada profesional trabaja las necesidades específicas de cada paciente. Y, por otra parte, el acceso a un grupo en el que pueda relacionarse mediante talleres con iguales para reducir el aislamiento. Estos talleres pueden ser un buen complemento al tratamiento. Sin embargo, es importante enfatizar la importancia de trabajar de manera individual con cada paciente para lograr efectos en el tratamiento.

Tratamiento de Neuropsicología:

El tratamiento de neuropsicología está dirigido por un lado a orientar y dar pautas a los familiares, y por otro lado, al tratamiento directo con el paciente. El tratamiento consiste en trabajar ejercitando las funciones cognitivas afectadas como pueden ser la memoria, la orientación espacio-temporal, las capacidades gnósicas, el razonamiento y otras afectaciones cognitivas comunes en la Enfermedad de Alzheimer y a prevenir la aparición de nuevas alteraciones cognitivas. Además se entrenará en estrategias compensatorias para minimizar los efectos del deterioro cognitivo.

Tratamiento de Terapia Ocupacional

Nuestra intención es alargar la participación en las actividades de la vida diaria, fortaleciendo y afianzando rutinas y roles dentro y fuera del hogar. Así mismo se trabajará reforzando aquellos aspectos cognitivos implicados en las actividades de la vida diaria que resulten deficitarios y creando estrategias compensatorias que permitan a la persona participar en las actividades a un nivel adecuado a su capacidad. 

Según la fase y el nivel de avance de la enfermedad, el tratamiento evolucionará y se adaptará el entorno minimizando los estímulos y distractores, se adoptarán medidas de seguridad y se facilitará el acceso al domicilio, las actividades de la vida diaria y los objetos relacionados con ellas mediante letreros, recordatorios, carteles o secuencias de pasos para seguir en una actividad. Todo ello requiere un constante entrenamiento y experimentación en el domicilio y entorno de la persona con el fin de reforzar su participación con su entorno. 

Tratamiento de Fisioterapia:

El tratamiento irá enfocado según la fase en la que nos encontremos:

Fase I. Inicio de síntomas: Se potencia la movilidad para prevenir atrofias y rigideces articulares, se realiza entrenamiento de la marcha, ejercicios de coordinación y equilibrio y también se trabaja mediante técnicas de fisioterapia respiratoria y de reeducación postural, todo para preservar la independencia del paciente.

Fase II. La colaboración es menor por el deterioro cognitivo: Se mantienen las máximas capacidades posibles de movilidad, marcha e independencia en actividades básicas de la vida diaria. Para ello se hace uso de las técnicas mencionadas antes, insistiendo en estiramientos. También se proponen actividades de destreza manipulativa con diferentes objetos. Se insistirá en entrenar la marcha a diario evitando los periodos de sedestación prolongada.

Fase III. Paciente encamado con alto deterioro cognitivo y motor. Poca capacidad motora. Consiste en realizar cuidados posturales del encamado  y fisioterapia respiratoria.

Tratamiento de logopedia:

Uno de los principales objetivos del logopeda en esta enfermedad es trabajar las funciones intactas y ralentizar al máximo el avance de las afectadas en el aspecto comunicativo y deglutorio. Siendo más específicos, el logopeda será el encargado de tratar el deterioro de la capacidad lingüísticas, en la que aparecerán problemas para encontrar la palabra que quieran expresar, dificultades para comprender el lenguaje, alteraciones en la lectoescritura, la categorización, asociación y otras capacidades lingüísticas.

Y, de igual manera, en los problemas que podrán ir surgiendo en la alimentación en el transcurso de la enfermedad, realizando adaptaciones de la dieta y dando pautas para la alimentación, a la vez que se controla el estado de la función deglutoria, evitando problemas como la asfixia o la pulmonía por aspiración, que se producen en patologías que pueden cursar en el alzheimer como es la disfagia.

 

 

INFLUENCIA DE LA CINTURA ESCAPULAR EN LA MARCHA.

La marcha humana es un modo de locomoción bípeda que se caracteriza por una sucesión de doble apoyo y de apoyo unipodal, es decir, que durante la marcha el apoyo no deja nunca el suelo.

Hablamos del ciclo de marcha como la secuencia de acontecimientos que tienen lugar desde el contacto de un talón con el suelo, hasta el siguiente contacto del mismo talón con el suelo. Es interesante saber que durante un ciclo de marcha completo, cada miembro inferior pasa por dos fases:

A) Fase de apoyo: en la cual el pie de referencia está en contacto con el suelo. 

B) Fase de oscilación: en la que el pie de referencia está suspendido en el aire.

La fase de apoyo constituye alrededor del 60% del ciclo y la fase de oscilación representa el 40% restante. 

La marcha ocasiona un gasto energético y cada persona tiende a adoptar el tipo de marcha más eficiente para su estructura particular con el menor gasto energético posible, la rotación opuesta de las cinturas escapular y pélvica durante la marcha, es un ejemplo de intercambio entre energía potencial y cinética, es decir, que permite almacenar energía potencial elástica por deformación de partes blandas para liberarla, y transformarla en cinética al invertirse el movimiento. 

Esta rotación de la cintura escapular, en sentido contrario a la pélvica, produce la oscilación de los brazos, comportándose como péndulos, pero se ha comprobado que el balanceo de los miembros superiores no es únicamente un movimiento pendular pasivo, sino que depende de acciones musculares.

En la toma de contacto del talón derecho con el suelo, las articulaciones del hombro y codo derechos alcanzan su máxima extensión en el ciclo. En ese momento comienza la oscilación hacia delante alcanzando su máxima flexión al final de la fase de apoyo del pie derecho. Sea cual fuere la velocidad, no interviene ningún músculo flexor del brazo o del antebrazo ya que el balanceo anterior es pendular.

Esta oscilación de los miembros superiores, durante la marcha humana normal, se produce de forma sincrónica con respecto a los inferiores pero en sentido inverso y sus posiciones extremas corresponden a los períodos de doble apoyo. 

Dicho esto, las acciones musculares del miembro superior que llevan a cabo el movimiento de balanceo durante la marcha tienen lugar en la musculatura encargada de la estabilidad de la cintura escapular:

  • Trapecio superior y romboides para controlar la posición de la escápula. 
  • Supraespinoso que se encuentra permanentemente activo como suspensor de húmero. 
  • Los músculos redondo mayor, dorsal ancho y deltoides posterior que se activan antes de llegar a la máxima extensión de brazo y continúan durante el balanceo anterior, actuando en la flexión mediante una contracción excéntrica, para frenarla. 
  • Deltoides medio que presenta fases de actividad sincrónicas con las del deltoides posterior y realiza una ligera ABD de hombro para evitar el choque con la pelvis.

Todo este proceso activo ayuda a incrementar la estabilidad, mejorar el equilibrio y reduce el gasto energético, además, sirve como contra-balanceo de la rotación de tronco.

Ahora bien, tanto en enfermedades neurodegenerativas como en DCA, a la hora de hablar de recuperación o reeducación de la marcha siempre nos centramos en los miembros inferiores o el tronco, sin tener en cuenta la estabilidad proximal de la cintura escapular, es decir, los miembros superiores, los cuales se ha visto que sí influyen en los distintos parámetros de la marcha.

Las alteraciones en el balanceo normal y la incorrecta disociación de cintura escapular y pélvica debido a la falta de estabilidad, como ocurre en pacientes hemipléjicos, generan alteraciones significativas como disminución de la velocidad, o el incremento de la actividad muscular del miembro inferior de forma compensatoria para mantener la estabilidad (reacción asociada), por lo que la estabilidad de la marcha se ve comprometida reduciendo la fase de oscilación y aumentando la fase de apoyo bipodal en la marcha. 

Esto, por consiguiente, genera una disminución de la velocidad y una menor longitud del paso debido a la reducción del tiempo para darlo.

En NEUROAL destacamos la importancia de un buen razonamiento clínico, llevando acabo evaluaciones continuas de nuestros pacientes.